El sueño es uno de los procesos reparadores
del organismo más importantes. Es probable que durante
el período de pandemia te hayas visto obligado a modificar los horarios de tus actividades
habituales y, consecuentemente, los períodos de descanso y sueño.
Existen múltiples circunstancias detectadas
durante la cuarentena que modificó el horario dedicado al sueño: cambios en los
horarios de trabajo, afectando horarios nocturnos, estrés provocado por la incertidumbre,
ansiedad generada por el aislamiento prolongado, falta de consumo de energía
durante el día. Aunque se trate de una
discreta variación de horario, con el tiempo puede ser perjudicial para la
salud. Esta situación podría ser
comparable con lo que sucede a personas que trabajan por turnos rotatorios.
Por ello, te
compartimos algunas recomendaciones de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño:
- Evitar
horarios laborales extendidos.
- Tomar
descansos cortos durante el día.
- Trabajar
con otros compañeros para ayudar a fijar horarios de descanso.
- Tratar
de estar activo durante el día y hacer ejercicios físicos.
- Evitar
las bebidas con cafeína y los alimentos estimulantes cerca de la hora de
acostarse.
- No
dejar las tareas más tediosas o aburridas hasta el final del día.
- Mantener el mismo horario para acostarse y despertar, incluso los fines de semana.
- Evitar
el alcohol: aunque puede parecer mejorar el sueño inicialmente, la
tolerancia se desarrolla rápidamente y pronto perturba el sueño.
- Eliminar
la luz y el ruido del ambiente donde va a dormir (usar máscaras para los
ojos y tapones para los oídos).
- Evitar
el uso de pantallas justo antes de dormir.