Cada 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para generar conciencia sobre esta enfermedad neurodegenerativa y fomentar la investigación y el acceso a tratamientos adecuados.
El Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente después del Alzheimer y afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra del cerebro, lo que provoca síntomas motores como temblores, rigidez, bradicinesia (lentitud en los movimientos) y alteraciones del equilibrio y la coordinación. También pueden aparecer síntomas no motores, como trastornos del sueño, depresión y deterioro cognitivo.
El diagnóstico precoz es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y en este sentido, las neuroimágenes juegan un papel fundamental. Gracias a tecnologías avanzadas, hoy es posible identificar alteraciones cerebrales incluso en fases iniciales de la enfermedad, permitiendo un abordaje más preciso y oportuno.
El rol de la Resonancia Magnética en el ParkinsonSi bien el diagnóstico del Parkinson sigue siendo clínico, la Resonancia Magnética (RM) es una herramienta esencial para descartar otras patologías con síntomas similares, como enfermedades vasculares o atrofias multisistémicas, y detectar signos característicos de la enfermedad. Permite evaluar cambios estructurales en el cerebro, analizar modificaciones en la microestructura cerebral en estadios tempranos e incluso estudiar la actividad cerebral en tiempo real y analizar el impacto del Parkinson en la conectividad de diferentes regiones cerebrales mediante la Resonancia Magnética Funcional.
Además, estudios de Neuroimágenes Avanzadas permiten analizar el estado de los circuitos neuronales involucrados en la enfermedad, proporcionando información valiosa para su abordaje clínico y terapéutico. En el caso de los trastornos cognitivos asociados a enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, la volumetría hipocámpica es una herramienta clave para evaluar la atrofia en esta región cerebral y contribuir al diagnóstico diferencial de las demencias (ver imagen ilustrativa).
Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y SPECT: evaluación funcional del ParkinsonAdemás de la RM, otros estudios de neuroimagen funcional como el PET (Tomografía por Emisión de Positrones) y el SPECT (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único) permiten evaluar el funcionamiento del sistema dopaminérgico.
- PET con trazadores dopaminérgicos: detecta la disminución de dopamina en el cerebro, un marcador clave de la enfermedad, y ayuda a diferenciar el Parkinson de otros trastornos del movimiento.
- SPECT con DATSCAN: permite visualizar la pérdida de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra y es útil en el diagnóstico diferencial.