La actividad física en tiempos de COVID-19 ha quedado confinado al entorno
domiciliario porque el retorno deportivo no debe poner en peligro la prioridad de
una comunidad: la
salud pública.
El
coronavirus 2019 (COVID-19) ha tenido un gran impacto en los comportamientos de
actividad física a nivel mundial. La pandemia ha llevado al confinamiento y éste
a un aislamiento inactivo.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 60 min / día de actividad
física moderada a vigorosa para niños de 6 a 17 años, y 150 min / semana de
actividad física moderada para adultos y ancianos, con fortalecimiento muscular
y óseo.
Las
recomendaciones para mantenerse activo en casa son variadas. Lo importante es
elevar la frecuencia cardíaca y los ejemplo van desde: entrenamiento aeróbico
en bicicleta o ergómetro de remo, entrenamiento con pesas, baile virtuales al
estilo clase de zumba y videojuegos activos.
Todas
éstas son herramientas válidas para contrarrestar los efectos colaterales,
físicos y mentales, en la vida de niños, adolescentes y adultos, que puede traer aparejados el encierro.
Practicar movimientos simples mientras permanecen en casa es una forma eficiente
para mantenerse
en forma y saludable. Quedarse en casa
puede generar estrés, ansiedad y angustia mental. Por eso, sumado al
control eficiente del descanso/sueño y una buena alimentación, la actividad
física conforma el trípode para sostenerse en forma en estos tiempos de
pandemia.
El Dr. Juan Manuel
Herbella es médico deportólogo, docente universitario y ex jugador de fútbol profesional.